Pretextos. Palabras para el silencio
El yo, asimilador o contenedor de lo colectivo, es también la sima en la que se depositan los estratos de la vida: la vivida – recuerdos- y la que queda por vivir – la proyección de futuro- , siendo ésta ofrecida como origen de la obra, aunque son aquellos los que , debidamente tamizados y readaptados, “donan los materiales” para su construcción. Esto es, sin darle más vueltas, la reafirmación del yo.
Pero el “yo” – punta del iceberg de la pretendida individualidad-, por su propia definición se manifiesta de muy diversas maneras, actúa en aras de unos intereses – no siempre los mismos- y deja constancia de una “tendencia” en la obra. Por lo común, la manifestación del yo se traduce en “actuación” egolátrica, ya esté dirigida a la exaltación propia o sirva de catarsis personal, de expositor de miserias, que-deben-ser obligatoriamente alabadas por los demás. Pero…
Existe otra –otras- vía, otro modo de enfocar, de verter, de trasladar, y que denominamos el “yo contenido”; y es aquí, en este punto, donde encontramos a Emilio Pascual, donde aparece su obra, y adonde debemos dirigirnos para tener una visión más completa de un círculo que, por su dimensión, siempre debiera tener un punto de escape abierto.
La evidencia – y retomamos el principio del texto- nos demuestra hasta el “ahora” presente carácter personal de la obra del pintor yeclano, de la continua presencia del yo en sus realizaciones, carentes de sentido sin la presencia de éste. “Yo” que, sin embargo, no es impositivo, no asalta desde el lienzo al viandante/espectador agrediendo su retina y mente con un lenguaje vociferante, lleno de vocablos ampulosos o de expresiones groseras; es comedido, tranquilo en la compleja pero fluida sintaxis con la que construye y desarrolla su discurso de manchas, color y
Luz, que sólo presenta como relación con lo concreto la forma más abstracta de expresión: la palabra escrita.
El sofisma de la imagen se diluye en la propia argumentación cuando, y no son raros los casos, el hacedor de obras de arte no nos la muestra como paradigma y verdad de fe, sino como el apoyo referencial para el desarrollo de su discurso; y, mucho más, cuando se libera de sus ataduras y la suprime en aras de una comunicación sin intermediarios. Emilio Pascual –incluido en el último grupo- llega a esta conclusión por coherencia, y se aleja de la imagen tras un proceso reflexivo/introspectivo que conduce, en esa búsqueda/descanso al interior del yo personal, al estadio en el que desaparecen las referencias, en el que las formas no existen y sólo el color distribuido armónicamente en la superficie visible dan la respuesta a la pregunta inicial de todo indagador.
El proceso no concluye con una respuesta negativa, porque el resultado, al eliminar las ficciones y los espejismos, nos habla de la veracidad del sentimiento, manifestado sin artimañas ni afeites: desnudo en su trazo, en cu mancha.
No obstante, y sin forzar su lenguaje, -porque la palabra escrita es la mayor de las abstracciones- el pintor de Yecla introduce unos breves textos que adquieren categoría expresiva y explicativa (no en balde titula la exposición “Pretextos”), e incluso pueden ser interpretadas con la ambigüedad que la propia palabra posee; y también, como expresión sonora y visual (no hay que olvidar el subtítulo: “Palabras para el silencio”) de lo vivido y sentido en ese viaje hacia ese yo que contiene las emociones y prefiere dejar su huella impresa en el lienzo sin estridencias, sin gestos desaforados, seguro de ser él y de no engañar al no intentar imponer ninguna imagen como realidad.Pedro Alberto Cruz. “La Verdad”. Junio 2006.

Rasga. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Imperceptible. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Pincelada blanca. Óleo sobre lienzo 200x200 cm

Ar. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Verdes. Óleo sobre lienzo 150x 150 cm

Verde. Óleo sobre lienzo 150x 150 cm

En mancha. Óleo sobre lienzo 150x 150 cm

Blancos brotan. Óleo sobre lienzo 150x 150 cm

Crecen. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Despiertan sonora. Óleo sobre lienzo 150x 150 cm

El c. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Ya el horizonte. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Por los ramajes. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Sonoras. Óleo sobre lienzo 150x 150 cm

Surcado por las líneas. Óleo sobre lienzo 200x 200 cm

Concierto de voces. Óleo sobre lienzo 200x 200 cm

Sondeando. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Rasgados trazos. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Chillones. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Reducida. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Las encendidas tintas. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

En el. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Agudas, graves. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Oscuridad. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Empiezan. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

Un. Óleo sobre lienzo 150x150 cm

De espumas. Óleo sobre lienzo 300x 150 cm

Horizonte. Óleo sobre lienzo 200x100 cm

Sinuosas. Óleo sobre papel 112x76 cm

En. Óleo sobre papel 112x76 cm

Todos. Óleo sobre papel 112x76 cm

Persisten. Óleo sobre papel 112x76 cm

Incierta. Óleo sobre papel 112x76 cm

Cas. Óleo sobre papel 112x76 cm

Con. Óleo sobre papel 112x76 cm

Claro. Óleo sobre papel 112x76 cm

Cielo. Óleo sobre papel 112x76 cm

Aires. Óleo sobre papel 112x76 cm

De mi memoria. Óleo sobre papel 152x112 cm